En esencia, AJAX permite que una página web que ya ha sido cargada solicite nueva información al servidor. Dicho así, no supondría en realidad ningún invento novedoso. Una página web que contiene un enlace permite que se solicite al servidor nueva información cada vez que se pincha dicho enlace. Una página web que contiene un formulario envía información al servidor y recibe de él nueva información, normalmente la respuesta ante los datos que se han enviado. En ambos casos hay una conexión entre el cliente y el servidor.
¿Cuál es la diferencia cuando usamos AJAX? La diferencia es que con AJAX no es necesario recargar toda la página web, como ocurre cuando pinchamos en un enlace o cuando pulsamos el botón submit de un formulario. Con AJAX es posible realizar una conexión a un servidor desde dentro de una página web usando un programa Javascript. Dicho servidor enviará una respuesta; esta respuesta se almacenará en una variable del programa Javascript y, una vez almacenada en la variable, podremos hacer con ella lo que deseemos.
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